Fin de la ruta

Ha llegado a su fin este relato, estuvimos algunos días más en Jujuy y Salta, pero ya no son parte de "La ruta de Bolivia".
El blog ha sido más largo que el viaje mismo, pero intenté transmitir eso que uno busca cuando se decide a hacer un viaje asi: vivencias, paisajes o que se yo qué.
Muchos de los comentarios que me llegaron a través del blog o en privado me dan la sensación que muchos creen que fué una travesia o algo que no cualquiera hace, quiero decirles esto: es cuestión de ir y listo, no importa edad, estado físico y tampoco la plata, hay mucha info en internet, muchos conocidos que fueron y hay guias de Bolivia en las librerias. Bolivia es un país muy tranquilo y seguro, no tiene los mejores medios de transporte ni los mejores hoteles, pero tiene muchisimas cosas que valen la pena, por lo que vimos nosotros se están asfaltando todas las rutas, asi que va a ser todo más facil y a pesar de nuestra experiencia el viaje en tren es muy cómodo.
Estos días voy a subir más fotos del norte argentino, que es hermoso.

Mire que lindo mi país paisano

L: es eso lo que creo que es?
M: parece que si!
L: un piquete!!
M: estamos en Argentina!!!
Dialogo ficcionado, en realidad la historia es más tensa, discusiones subidas de tono con un boletero de la empresa de colectivo y con un chofer, ya nada nos importaba en La Quiaca habiamos comido carne asi que teniamos mucha energia. Todo terminó con el siguiente dialogo:
Boletero: este no es su colectivo!
M: me importa un carajo nos subimos lo mismo!
B: pero...
L: viajamos parados!
B: pero... ya va a llegar su colectivo
M: nosotros vamos en este!
L: basta! viajamos en este
B: esta bien pero no ocupen asientos.

Luego nos relajamos en los cómodos asientos del fondo y disfrutamos del paisaje que ofrece el norte de nuestro país.

Viento en popa

Desde que nos olvidamos del tren nada puede salir mal, de ahora en adelante formamos parte de un grupo de argentinos con un solo objetivo: cruzar la frontera y comer carne.
Ya nuestro humor no es el óptimo y lo dejamos en claro en la oficina de trenes de Villazón.
Ahora cruzar la frontera, largas colas para hacer los papeles, pero... somos argentinos asi que pasamos en cinco minutos gracias a que le caimos bien a un gendarme o que nuestra mugre hizo que se compadezca.

El regreso

No sería tan sencillo, abordamos el tren "Wara Wara del Sur" en Uyuni a las diez de la noche, al las diez de la mañana teniamos que estar en la ciudad fronteriza de Villazón. A las nueve de la mañana me desperté y vi por la ventanilla un paisaje muy conocido, estabamos pasando por Tupiza recién, donde tuvimos nuestro primer inconveniente trenistico. Unos minitos más tarde, el tren detenido y el guarda diciendo que no sabian cuanto tiempo estariamos ahi porque las vias estaban tapadas de lodo.
Bajando del tren descubrimos que estabamos en Balcarce, una estación de tren abandonada y un pueblito muy bonito pero sin medios de transporte. Ya conociamos la historia de esperar el tren y no queriamos repetirla, asi que junto a un grupo de valientes argentinos partimos del lugar.
Al principio el cordobes consiguió un camión que nos saque hasta la ruta más cercana, pero el camión fue abordado por muchisima gente al estilo "Exodo desesperado" asi que nos bajamos a mitad de camino donde habia una camioneta, en la misma partimos hacia Tupiza (retrocede dos casilleros) donde si podriamos tomar un colectivo hasta la frontera.


El viaje en camioneta no figura en ninguna agencia de turismo, pero es recomendable y más aún si es en un día de sol como el que nos tocó.
Acá una muestra del paisaje, los cerros que rodean Tupiza, por dentro y por fuera.