
Bajando del tren descubrimos que estabamos en Balcarce, una estación de tren abandonada y un pueblito muy bonito pero sin medios de transporte. Ya conociamos la historia de esperar el tren y no queriamos repetirla, asi que junto a un grupo de valientes argentinos partimos del lugar.
Al principio el cordobes consiguió un camión que nos saque hasta la ruta más cercana, pero el camión fue abordado por muchisima gente al estilo "Exodo desesperado" asi que nos bajamos a mitad de camino donde habia una camioneta, en la misma partimos hacia Tupiza (retrocede dos casilleros) donde si podriamos tomar un colectivo hasta la frontera.
El viaje en camioneta no figura en ninguna agencia de turismo, pero es recomendable y más aún si es en un día de sol como el que nos tocó.


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